jueves, 27 de diciembre de 2007

ODIO



Y este odio que después de mucho tiempo vuelvo a sentir
Siento como recorre cada espacio de mi cuerpo,
Mientras brota de entre las comisuras de mis labios un vaho negro
Como despedaza trozo a trozo deleitándose con la sangre
De este corazón…
¡Pero esto a ti te hace feliz!
Me lo demuestras en cada palabra no dicha,
En tus brazos que nunca me extendiste,
En el calor que nunca me brindaste.
¡OH implacable mujer de hierro!
Fría como ninguna, imposible más que todas.
Te compadeces del dolor ajeno
Y no de el de los tuyos…
¡Cínica!
Y como siempre tu silencio se apodero de tu boca
Ató tus manos, aisló tu mirada…
Tan sólo te volteaste sin siquiera regalarme
Una palabra…
Robaste lo mejor de mí, mis sueños y mis ilusiones
Jamás un consuelo de ti recibí. ¡NADA!
Criar no lo es todo…
Y como siento hervir la sangre a fuego suave
Haciéndome padecer lento…
¡Pero esto a ti te hace feliz!
No finjas un dolor inexistente,
No creo nada, ni tu muerte la creería;
Seguirías perturbando como siempre…
Y aunque desea asirme de todas mis fuerzas,
De toda mi indolencia e indiferencia…
Contigo no puedo…
¡NO PUEDES NO DOLERME!
Y por dolerme tanto es que te odio.

No hay comentarios.: