Hoy

Hay momentos en la vida, donde solas las cosas van adquiriendo la importancia que merecen. Lo que hoy nos atormentaba, de pronto, nos damos cuenta que sólo era un vaso de agua, en el cual insitíamos hundirnos. Nos empecinamos tanto en los problemas, que nos cegamos, y no les vemos solución; cuando la solución ha estado muchas veces, al frente de nuestros ojos y hemos sido incapaces de percatarnos de esa realidad. La balanza equilibra todo lo bueno y también todo lo malo que se ha de desechar; lo que ayer importaba, tal vez hoy no importe pero, HAY COSAS QUE SIEMPRE HAN DE IMPORTAR.

Creo, que lo fundamental es: SER FELIZ. No a costilla de los demás, ni mucho menos queriendo pretender ser ego. En el fondo al estar bien uno consigo mismo, es también querer dar lo mejor de sí a los demás - Al fin y al cabo - Las relaciones que mantenemos con las personas, es lo que finalmente le da sentido A LA VIDA.

Hoy que disfruto la compañía de mi abuelo en casa nuevamente, valoro mucho más, mucho más que ayer, a quienes formaron, forman y formaran parte del tren, el tren de la vida, en el que TODOS vamos. Cada persona tiene algo que entregar, y cada uno de nosotros ha de recibir, así como también dar. Hay personas pasajeras, y otras que nos acompañaran quizá toda la vida... Lo importante es aprehender y llevar con nosotros TODO aquello que nos entregaron - y que por supuesto - nos ha de servir.

Dicen que la felicidad, es llegar a la cumbre... Pero que en el entre tanto, en que todos nos empecinamos en llegar a la cima, la felicidad se nos ha ido; pues en el recorrido, es cuando ha estado entre nosotros, e INVIDENTES, cegados por el afán de alcanzar la tan anhelada "Felicidad", ni siquiera la hemos percibido ;)

Uno no puede elegir, las cosas que van a suceder pero, se puede hacer TODO por revertirlas. "LA ÚNICA CLAVE ESTÁ, EN SENTIRSE BIEN"

Abre los ojos

Como siempre, me cegué. Al abrir los ojos, una inminente desilución apareció lívida ante mí. La culpa, si es que existe, es sólo mía. Aún no aprendo a querer de manera diferente; tampoco estoy segura de cambiar la forma en que amo. No recrimino a nadie más que a mí, pero es una recriminación "Especial", porque no sufro por ello. Hace tiempo me prometí no padecer por mis fantasías... He soñado demasiado tiempo despierta, pensando tal vez que podría materializarse. Aún me queda algo de inocencia. No quiero que esto acabe. No es ser masoquista; simplemente no quiero convertirme en hierro. Quiero que siempre me quede un suspiro, que me quede siempre la fe, la risa y mis lagrimas, cuando valga la pena derramarlas.

De ahora en adelante, fabricaré sueños donde sólo habita yo. Sí, egoístamente, donde sólo puedo serlo. De aquí en más, las personas sólo habitarán mi corazón del mundo tangible, ya no más en mis delirios.

Temores

Díme, qué es lo que debo hacer contigo? Por qué estando en tempestad, poco a poco, y de pronto me sumergí en la calma? Nada más inexplicable, que lo que me haces sentir tú... Y siento miedo, miedo de encontrarme con una realidad desdibujada, que no sea como la que yo cree, colorié, maticé, contrasté, como la que quise, como la soñé... Y muchas veces me he quedado en sueños, sólo por ser COBARDE, ser incapaz de tomar decisiones a tiempo, y amar ciegamente...

Cómo no he de sentir inseguridad, si te conocí en un medio tan poco 'tradicional' , y en tan poco tiempo desataste TODO esto en mí. Más que dudar de ti, dudo de mí misma. Esta inseguridad es mía, generada por mis propios temores, para justificar el terror que me produce esto que me haces sentir.

Así soy. Demasiado corazón -dice la gente- Y sé que si intentase ser diferente, no sería feliz, no sería yo, sería otra persona.

Y saber que toda esta disyuntiva, se debe a una simple llamada telefónica -suena ridícidulo- Todo por mi incertidumbre: Si he de llamarte, o no. Pero mi cobardía me lo impide, siento miedo de tu reacción; y este miedo es sólo mi justificativo, y un limitante... El miedo LIMITA a las personas, lo sé.

Me limito a mí misma. Prefiero ignorar a enfrentar; es más cómodo, simple; más fácil ser cobarde, que ser valiente. Terror al dolor emocional, no lo quiero, lo reniego, huyo de el; en vez de mirarlo a los ojos y decirle: "No te temo" - Mentiría si lo hiciera - No tengo las agallas, el coraje que en algunas ocasiones aflora de sobra.

Me dolería tanto despertar de este sueño, sabiendo que la única que soñó fui yo... Me encariñé tanto contigo, que me rehuso a la idea de perderte; y paradójicamente, a cada momento siento que te pierdo un poco más; mientras me quedo inmóvil divisando los autos pasar, el tiempo, la gente, como se lo lleva el viento... Y yo me quedo en mi malaventurado silencio. ¡Quiero buscarte, verte, llamarte! Me falta el valor... Y lo peor de todo, me faltas TÚ.

Huellas

Alivianaré mi carga. No es que no soporte el peso de tenerte -al contrario- , yo quisiera siempre llevarte conmigo; soy yo, la que hace que la carga sea insostenible a los hombros de cualquiera; Ya no me tomaré más en serio, soy la única que lo hace; Abriré mis alas, y permitiré que tú también puedas volar... Lamentablemente siempre soy yo, la que busca aferrarse de modo incorrecto al primer suspiro, a la primera ilusión; como naúfrago que se aferra desesperadamente a la orilla; pero a diferencia del naúfrago, soy yo quien agita las aguas.

Debo aprender a canalizar mis emociones, a no asirme al primer rayo de luz, queriendo retenerlo entre mis dedos, en un constante desasosiego...

De la forma que te presentaste en mi vida, fue tan inusual, tan inusual... Y tan inusual fue como comencé a quererte... A necesitarte.