Café

Cadá día que pasa me reafirma, que la mejor manera de enfrentar la vida es regalándole una sonrisa a cada tristeza que nos amarga; para que con su alegría nos endulce el sabor de nuestro café; ésa suerte de café a la que llamamos vida, la que nos tomamos a gusto. Dos cucharadas de azúcar para mí por favor, y ahora me disculpan, voy a disfrutar de este delicioso elixir.

Experiencias

Y de qué modo se te presenta el mundo, ó de qué manera te presentas tú al mundo?... Soñando siempre con esa utopía, con la cálidez que anhelamos de todo aquello que nos rodea... De pronto no atinamos a despertar a eso que llamamos realidad... Pero qué tan real es la realidad?? Será que sólo es un fragmento escuálido de eso que es el mundo? Despertar de bruces es cruel, eso sí es REALMENTE cruel. Siento que la sobervia me golpea duramente dejándome sin palabras; esa sobervia que sólo me grita lo humana que soy, lo humanos que somos... "ERRARE HUMANUM EST". Muchas veces nos equivocamos, y tendemos a sentirnos culpables, más no me siento culpable, no siento que me haya equivocado... El peligro asecha en todas partes, aunque no queramos aceptarlo, aunque reneguemos de él y no queramos verlo, está ahí. No siento los animos por el suelo, siento la sobervia enterrada mil metros bajo suelo y eso me desmoraliza. Hoy la moral se esfumó, porque no es el ánimo lo que me falta, sino que la moral, esa ética de la que tanto esbozan las bocas inquietas, las lenguas púrpuras de veneno que proclaman la verdad. Y hay verdades, existen múltiples verdades, y -algunas- como la mía que sólo subsisten en la conciencia de los corazones que presenciamos aquella indecorosa situación de la cual no existe motivo para sentirnos orgullosos, sangre. Y aunque no explicite bien el contexto de mi escritura, el sólo escribirlo ya me hace sentir un soplo de aliento. Sólo lamento que la euforia de esa noche haya culminado de esa manera tan vil, tan inhumana, porque no merecía tener un final infeliz, NO LO MERECÍA.

Ranma 1/2

Mi serie de animación japonesa favorita, una imágen del manga de Rumiko Takahashi editada recientemente por mi.

Absorto

Casi inalcanzable palpitaba en lo alto, tan inaccesible, su destello iluminaba cuanto veia... Intocable, pero tampoco en su grandesa podía palpar siquiera un cuerpo... Paradójico. Desde su trono observaba cada paisaje, pero no podía deleitarse con sus bondades... Así estaba su corazón: Enajenado, inmutable, implacable, sellado a fuego... Y así vivía en soledad, pero una soledad que extrañamente le era buena.