Esta es mi historia señores, les contare vivamente que he conocido a dos caballeros, cada uno muy partícular, cada uno con el poder de hacerla a una soñar.
Ellos son B & B ambos con el mismo apelativo ¡Qué confusión de nombres! No se me vaya a confundir usted.
El señor B es muy alegre, práctico y sensato. Siempre en busca de eso que llaman la felicidad. Muy humano, tolerante, espiritual y empático pero con una carencia emocional enorme; como tal vez buscando una madre, un aliciente donde asir su inestable corazón. Inmaduro en materias del amor de dos, cara de niño, de rara belleza tanto interna como externa. Buen amigo y compañero, pero aun le falta mucho para considerarlo un buen amante. porque pretendo ser una compañera y no una madre.
Y B es totalmente opuesto a B. Loco, etéreo, soñador,independiente,gozador del éxtasis que pueda proporcionarle la vida. De una naturaleza insustancial, irresponsable y por lo tanto inmaduro también. Sin más ni más hace y deshace a su alrededor. Experto en causar delirio en cualquiera, por todo ese fuego arrasador que lleva en su espíritu de juerga interior. Capaz de encender el alma de hasta el más desánimado de los desánimados; es la esencia de la fiesta, siempre tiene algo que hacer y dificilmente se aburre; disfruta cada segundo de su vida como si fuese el último; y aunque las llamas de su fervor producen cierta atracción, a la hora de amar también le falta mucho para ser un buen amante, digamos que sería un perfecto compañero de tertulias.
Sin ton ni son señores, he decido voltear a la vuelta de mi esquina
¿Quién sabe si aparecen por ahí señores A, C o K?
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