martes, 8 de febrero de 2011


Mientras no estabas, contemplé una y cada una de las fotos, en donde hemos inmortalizado nuestros momentos. Contemplé nuestras facciones, y la luz que desprendía de nuestras miradas. Más de alguna vez he sido feliz contigo, me pregunto si aun lo seguimos siendo.

Me hicieron recordar, aquella vez que llegamos empapados de lluvia a mi casa, a secarnos, y colocarnos junto al calor de la estufa. Fue una lluvia inusual de septiembre, si mal no recuerdo… El agua que escurría en mis cabellos me hacía sentir limpia y libre.

Creo que no había sentido jamás, lo que siento por ti; no sólo los deseos de estar junto a ti y todo aquello que implica; hablo también de la complicidad, el compañerismo, la lealtad, de esta amistad tan linda que hemos forjado… A pesar de la intensidad con que hemos vivido nuestra relación, he sido feliz; aunque a ratos la luz se vuelva tenue, y en ocasiones sea capaz de envolver toda la ciudad.

Las fotos en sepia y blanco negro tienen algo en especial… No pueden ocultar su luz, ni tampoco su oscuridad. Ahora veo nuestros retratos del último paseo en aquellos colores un tanto melancólicos, y afloran mi desnudez, pero aun no llegas para cobijarme de ti… Entonces espero, como el invierno espera los destellos del sol, y como el verano ansía las gruesas gotas de lluvia posándose en su suelo fértil… Nostalgia.

1 comentario:

Diario de un PEaton dijo...

Buena entrada tan cargada de nostalgia y hermosos sentimientos.
Saludos!