sábado, 7 de noviembre de 2009

La seda despojada


Una aventura de aquellas, era lo que me hacía falta... Cómo y cuántas veces cuesta darle aunque sea un pequeño giro a nuestras vidas, que nos brinde un poco de emoción, de pasión, de sentimiento, locura y por supuesto, que al acordarnos de aquellas imágenes, emane de nosotros una risita cómplice... Algo así, como reirse de las maldades blancas, blancas sólo por adornarlas... Siguen siendo inexorablemente MALDADES...

Quitarme el velo, dejar de actuar como la niña-mujer politicamente correcta, era lo que me faltaba...







Aunque fuese tan sólo por una noche...

2 comentarios:

Dani.. dijo...

Hermoso en todo su contexto...

Casi puedo ver esa sonrisa
Y me pregunto
¿De qué te estarás acordando?

(Gracias a ti por sangrar al menos algo)

Un gran abrazo
Dani..

Javier Sabadell dijo...

Yo diría que esa noche, justamente, fue cuando te pusiste el velo.