lunes, 4 de febrero de 2008

Luz de luna


Ésta noche caminé bajo la luz de la luna,
bajo un cielo raso iluminado por los detellos
que emergían de tu mirada.
Caminé descalza junto a la orilla,
sentí entre mis pies la arena,
la espuma burbujeante entre mis dedos,
y oí el susurro de tu nombre
en el vaiven de las olas.
En el mar se escribían una a una mis palabras,
y en mis labios se grababa el sonido del oleaje.
Me miré en la inmensidad del mar,
pero no hayé más reflejo que el tuyo;
mirándote te dije que tenías todo de mí.
Te ví partir...
Pero recuerdo al menos, que me dejaste un lucero
para que iluminara mis oscuras noches;
y desde entonces cuando el sol debe marcharse,
la luna sólo alumbra para mí...

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