Hay sueños, que definitivamente, es mejor olvidarlos, ese soñar despierto, que a veces
nos confunde, nos distrae, y aunque nos sirve
para despegar de una realidad, nos transporta a otra, que nos hace recordar, la realidad misma de
donde hemos venido... Y no a nuestro reino perdido
de los anhelos, o las buenas utopías latentes de un corazón ido.
Así como las perlas en el mar, viajan, ya no se encuentran más... Y vagan, vagan entre estelas
incesantes, que aun así me recuerdan mi soñar...
Divagando, me pierdo en los incipientes destellos
de las perlas, me imagino siendo una de ellas,
me pierdo, y a ratos regreso... Me reflejo, y me
vuelvo a perder... en un soñar constante, de la
magia rimbombante que nos brinda la existencia, de poder convertir los sueños en una realidad, y aun así no perder la capacidad de seguir soñando...
